La relación que hay entre motivación y desempeño, eficacia o productividad es más que evidente. Un equipo motivado en su trabajo e implicado con su empresa es un equipo que trabaja más y mejor, eso es un hecho. Por eso, la motivación debe ser un punto clave en nuestra estrategia de recursos humanos.

Tipos de motivación laboral

Dos formas de clasificar la motivación son: positiva o negativa y extrínseca o intrínseca. ¿Por qué es importante tener en cuenta esto? La primera división es obvia, si es positiva será buena tanto para la persona como para la empresa y si es negativa, todo lo contrario. Por otro lado, la segunda clasificación se basa en el origen, de dónde viene esa motivación.

La motivación intrínseca es la de la propia persona, la que le nace por lo mucho que le gusta el sector o la actividad que desarrolla. Ahí poco podemos hacer. Sin embargo, la que más nos interesa es la extrínseca, es decir, la motivación externa a la persona.

Esa motivación externa sí podemos controlarla y mejorarla. Pero, ¿cómo?

4 claves para mejorar la motivación laboral

Mejora de las condiciones laborales

Implementar medidas de salario emocional como flexibilidad horaria o de lugar de trabajo, por nombrar las más populares, fáciles y eficaces, son formas de dar a nuestro equipo un plus de comodidad dentro de la empresa. Como es de esperar, influirá positivamente en la motivación de nuestro equipo porque les estamos dando la posibilidad de ser dueños de su tiempo y no les estamos obligando a estar atados a un horario que no les deje disfrutar de ciertos momentos importantes de su vida.

Para ver un ejemplo muy sencillo y que le puede pasar a cualquiera: imaginemos que una persona cercana está embarazada y da a luz mientras estamos en el trabajo. Tener la tranquilidad de poder salir una hora o media hora antes del trabajo para poder estar presentes en un momento tan importante no tiene precio. Como líderes es un pequeño gesto hacia el equipo, pero esa persona será mucho más que eso.

Autogestión

La autogestión está directamente relacionada con esa libertad que le ofrecemos a nuestro equipo. Ir un paso más allá y darles el control sobre su trabajo es un paso importante y que requiere confianza mutua, pero cuando lo damos nos devuelve mucho más de lo que parece.

No solo se beneficia el equipo porque tienen el control sobre su trabajo y su tiempo, sino que el líder del equipo se descarga de estrés y tensión y se delegan algunas tareas que le permiten descargarse de trabajo. Ahí es cuando se disfruta de la gestión de personas y eso nos enriquece como líderes y como persona.

Además, eso no solo aumentará la motivación del equipo, sino su preocupación por la empresa y por que todo salga bien, lo que repercutirá en su eficacia y productividad.

Evaluación del clima laboral

Como es lógico, no podemos solucionar un problema si no sabemos que lo tenemos. Por eso, una evaluación de clima laboral cada cierto tiempo es recomendable para comprobar que todo funciona correctamente y que no hay ningún problema oculto.

Muchas veces existen problemas que no se ven a primera vista y que están enrareciendo el ambiente de trabajo y poco a poco se va enquistando. Es como una bola de nieve, puede ser pequeña al principio, pero si no la paramos puede ir haciéndose más y más grande.

Un análisis de situación nos permite ver todo lo que no vemos a simple vista y nos da la oportunidad de solucionarlo antes de que sea demasiado tarde y afecte significativamente a la productividad y la motivación del equipo.

Transparencia en la empresa

Quizá esta sea una de las medidas más sencillas, importantes y, al mismo tiempo, menos adoptadas por las empresas. Puede ser que simplemente no hayamos reparado en ello, pero, poniendo un ejemplo claro, si el departamento de ventas no está al tanto de lo que hace el departamento de marketing y viceversa, es posible que no se coordinen bien y estemos siendo menos eficaces y productivos de lo que podríamos ser.

Esta es la principal razón por la que la transparencia en la empresa es algo muy importante en cuanto a la eficacia. Pero hay más: una empresa que comparte toda su información, desde el plan de promoción interna hasta la política salarial y los niveles en los que está dividida, fomenta la participación y el sentimiento de pertenencia, además del compromiso del equipo por que todo mejore.

Cuanto más conocemos la empresa, sus objetivos, sus metas y sus características más nos podemos comprometer con ella y más implicados y motivados nos sentiremos, tanto del punto de vista del líder como del punto de vista del equipo. La clave es crear un equipo fuerte y unido, motivado en su trabajo e implicado con la empresa.

3 factores que afectan negativamente a la motivación laboral

Problemas con la dirección de la empresa

Existen situaciones con gerencia que, aunque no se perciban como un problema, en realidad sí lo sean. También es posible que desde gerencia no se hayan detectado y por eso no se solucionen. He aquí otro de los motivos por los que un análisis de situación es importante: obtener más puntos de vista, sobre todo, un punto de vista externo.

La falta de organización, una cadena de mando difusa o una falta de planificación del futuro de la empresa puede crear dudas e inseguridades que afecten negativamente a la imagen que tenga el equipo de la dirección y a su motivación.

Por otro lado, el tipo de líder que seamos puede ser clave para crear un buen o un mal ambiente de trabajo. Un jefe controlador no fomentará un buen clima laboral, sino todo lo contrario y disminuirá considerablemente la motivación y la productividad del equipo.

Inseguridad laboral

Una de las causas de la inseguridad laboral, como hemos visto, puede ser un problema con gerencia, pero hay más motivos. Por ejemplo, la falta de planificación del futuro de la empresa o que no haya un plan de promoción interna pueden dar la sensación de que no se dará continuidad al equipo.

Otro motivo de inseguridad laboral es la personalización de los problemas. Si hay un problema o se comete un error, no se puede personificar en alguien. Es decir, no se debe señalar a una persona y machacarla por un error que haya cometido o en el que esté implicada y se le cargue con toda la responsabilidad.

Un error debe verse como algo posible y, si ocurre, como una posibilidad de aprendizaje para todo el equipo, no algo por lo que se deba castigar. De lo contrario, la persona sentirá que “la tienen fichada” y que su puesto peligra. Alguien en esa situación no puede ni estar motivado ni ser productivo y esta sensación negativa repercutirá en todo el equipo.

Malas condiciones laborales

Está claro que unas malas condiciones laborales afectan negativamente tanto a la motivación como a la productividad. Sin embargo, hay empresas que no todavía se han dado cuenta de que, si mejoran sus condiciones, pueden aumentar la motivación del equipo y su efectividad.

Hay empresas que no quieren ver más allá de las máquinas que tienen en sus fábricas, sin darle importancia a la gestión de personas. Las personas son las que hacen posible que una empresa sea un éxito o un fracaso.

Justo por eso, deberíamos revisar si de verdad estamos haciendo todo lo posible por tener unas buenas condiciones laborales. Por ejemplo, es posible que algunos de nuestros trabajadores estén quemados por una situación oculta que no conocemos y se vayan. O tal vez no tengamos una política salarial justa y eso cree un mal ambiente laboral. Incluso si hemos hecho una mala selección de personal puede que haya alguien que se aburra o se estrese demasiado en su puesto como para soportarlo durante mucho tiempo.

En definitiva, debemos tener un ojo puesto siempre en la gestión de personas por varias razones: para saber el nivel de motivación del equipo, su productividad y, sobre todo, porque son las personas las que mantienen nuestra empresa a flote y los que la hacen rentable y atractiva. Sin ellos, no tenemos más que máquinas en unas instalaciones que no harán nada sin que una persona las ponga en marcha. Son las personas y no las máquinas las que nos hacen grandes. Por eso la gestión de personas es esencial.