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Análisis interno de motivación y clima laboral: ¿para qué sirve?

Análisis interno de motivación y clima laboral: ¿para qué sirve?

Análisis interno de motivación y clima laboral: ¿para qué sirve?

La situación de nuestra empresa está directamente relacionada con la motivación de nuestro equipo y con el clima laboral que se respira. La mejor manera de saber en qué punto estamos, si todo funciona correctamente o si hay algún problema interno oculto, es un análisis interno de motivación y clima laboral.

Sin embargo, ¿para qué sirve en concreto un análisis interno? Veamos algunos de sus beneficios.

3 beneficios de un análisis interno de motivación y clima laboral

Motivación del equipo

Gracias a este análisis podrás descubrir no solo la motivación de tu equipo, sino también cómo se sienten en tu empresa. Es tan importante que estén motivados como que se sientan a gusto y cómodos en la empresa en la que trabajan. De hecho, aquellas empresas que consigan que sus equipos se sientan como en casa serán las que tendrán los índices de rotación más bajos.

Unos índices de rotación bajos nos permiten tener un equipo especializado en su trabajo y que conozca bien todos los procesos internos de la empresa. Por ello, la formación que les podremos ofrecer no será tan básica, sino que será más avanzada. Gracias a eso, sentirán que avanzan profesionalmente dentro de la empresa y que están siguiendo el plan de formación de la empresa.

Clima laboral dentro de la empresa y por departamentos

Depende del tipo de empresa, podemos hacer un análisis de clima laboral para la totalidad de la empresa o, también, dividido por departamentos.

Es decir, si nuestra empresa es una empresa grande, con varios departamentos, con una estructura organizacional u organigrama extenso, puede que nos interese hacer un análisis interno de algunos departamentos o que necesitemos ver la situación global de la empresa. Todo dependerá de nuestras necesidades.

Lo que sí está claro es que, gracias a este análisis interno, podremos conocer un poco mejor a nuestro equipo y lo que piensan de la empresa, incluso pueden salir propuestas interesantes de mejora. Sin embargo, no todo es bueno. Puede que hagamos un análisis interno con la intención de conocer la situación actual y nos encontremos con problemas internos que ni nos imaginábamos.

Por ejemplo, pensemos en una empresa que se divide en las personas que trabajan fuera de las oficinas, porque tengan que viajar o moverse por la ciudad, y las que están en oficina. Puede que estos dos grupos se lleven muy bien o que no se soporten por algo que ha pasado y de lo que no nos hemos enterado.

Y, aunque parezca mentira, es más probable de lo que parece. Desde nuestra posición de gerencia, es posible que no nos enteremos de pequeños rocecillos entre nuestros trabajadores que luego derivan en grandes problemas, como si de una bola de nieve se tratase. Algo pequeño que no hemos podido detectar a tiempo se convierte en un problema de gran importancia y solo nos enteramos cuando no tiene solución.

Reorganización del organigrama

Como hemos dicho, un análisis interno nos permite conocer mejor a nuestros empleados y cómo se sienten en nuestra organización. Pero también nos permite saber si una persona está por debajo de sus posibilidades profesionales. Es decir, si una persona tiene competencias y capacidades para optar a otro tipo de puestos o si está en una posición que no le acaba de encajar. Puede darse el caso de que alguien esté desarrollando más funciones de las que le tocan o de las que puede gestionar y debamos replantearnos la organización de ese puesto.

Por lo tanto, es posible que gracias a un análisis interno veamos que nos hace falta una definición de puestos de trabajo que distribuya mejor las tareas y funciones de cada puesto o que debamos reorganizar nuestro equipo para que sea más eficiente y, sobre todo, para que se sientan más valorados.

Si vemos que alguien tiene potencial para promocionar internamente y le preguntamos si le gustaría y si se vería capaz, estaremos creando una relación trabajador-empresa de confianza mutua y eso repercutirá no solo en esa persona en concreto a nivel de motivación y eficacia, sino en el resto del equipo que verán que, como líderes, valoramos el esfuerzo.

En resumen, un análisis interno de motivación y clima laboral nos trae muchos más beneficios de los que nos pueden parecer en un primer momento: obtener una foto real de la motivación del equipo, detectar posibles problemas internos antes de que sea demasiado tarde o plantearnos una reestructuración del organigrama para que nuestro equipo sea más eficaz. Esto no es posible si no nos paramos a pensar en la gestión de personas dentro de la empresa, o como se suele llamar, en la parte de recursos humanos. Un buen líder siempre está pendiente del bienestar de su equipo porque son quienes mueven la empresa.

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