Cómo desarrollar un plan de carrera interno
Cuando pensamos en nuestro equipo, en como retener talento o en como mejorarlo, podemos caer en el error de no pensar también en su desarrollo profesional. A veces, cuando detectamos una nueva necesidad, enseguida consideramos una nueva incorporación en lugar de valorar si alguien de nuestro equipo estaría preparado o le gustaría coger ese rol. En eso consiste un plan de carrera interno, pero vamos a verlo con más detalle.
Índice
¿En qué consiste un plan de carrera interno?
Un plan de carrera interno es un proceso de evolución profesional para nuestro equipo y para nuestra empresa. Es un proyecto común porque permitimos que nuestro equipo crezca profesionalmente al mismo tiempo que nos aportan un valor extra.
Es un plan de formación que pretende darle a nuestro equipo las herramientas y conocimientos necesarios para que desarrollen todo su potencial. Además, es una forma de motivar a nuestro equipo y de crear un vínculo entre el equipo y la empresa que refuerza el sentimiento de pertenencia y nos ayuda a retener el talento que tenemos.
Beneficios de un plan de carrera interno
Entre los beneficios de contar con un plan de carrera o un plan de formación encontramos la motivación de nuestro equipo. Una persona que puede desarrollar todo su potencial gracias a que su empresa le ayuda, es una persona que está más motivada en su día a día.
Sentir que no se avanza ni se evoluciona es uno de los motivos que pueden hacer que nuestro equipo busque una salida diferente, pero dándoles la posibilidad de crecer llegamos al segundo beneficio del plan de formación: la retención de talento. Un equipo motivado es un equipo comprometido con la empresa, por lo que el sentimiento de pertenencia a la organización crecerá junto con las ganas de seguir con nosotros.
Otro de los beneficios de un plan de formación interna es que nos da la oportunidad de preparar a nuestro equipo ante situaciones en las que tengamos que sustituir a una persona por otra, por ejemplo, una jubilación. Si lo planificamos, cuando un miembro de nuestro equipo se jubile, tendremos a otro preparado para asumir ese puesto.
¿Cómo planificar un plan de carrera interno?
La clave de un buen plan de carrera es la planificación previa y establecer los pasos a seguir antes de llevarlo a cabo. Esta es una sugerencia de planificación que puede adaptarse a las necesidades de cualquier empresa.
Necesidades de la organización
Establecer qué necesitamos como organización y cuáles son nuestros objetivos es el primer paso. Si no sabemos lo que necesitamos, no podemos redirigir nuestros esfuerzos hacia ello. Además, ordenarlas según su importancia nos ayudará a priorizar.
Evaluación de los perfiles de nuestra empresa
Tener claros los perfiles con los que contamos, de dónde vienen, qué hacen y hasta dónde pueden llegar es la clave del éxito. Para ello, no podemos limitarnos a hacer una lista con las personas y los puestos que ocupan, deberíamos hacer un análisis para saber hasta dónde pueden llegar e incluso preguntar a nuestro equipo cómo le gustaría que fuera su desarrollo. Preguntar a nuestro equipo es una herramienta muy útil en todos los aspectos.
Elaborar planes individualizados
En función de los resultados del paso anterior, podemos planificar el crecimiento de cada uno. No todos los planes tienen que estar enfocados a crecer o a promocionar en la empresa. Quizá haya personas que no pueden seguir creciendo porque han llegado a su techo y habrá que enfocar ese plan a ayudarles a desarrollar sus tareas de una forma más sencilla y eficaz. Otras, por el contrario, tendrán todavía un largo recorrido y habrá que planificar este plan de carrera añadiendo plazos aproximados.
Este punto lo podemos aprovechar para desarrollar planes de carrera que nos sirvan para ver cómo llegar de un puesto a otro, es decir, para prepararnos ante una jubilación o una salida repentina de algún miembro.
Seguimiento de la situación
Todo plan o estrategia que se lleve a cabo en una empresa requiere de un seguimiento. En la teoría puede funcionar a la perfección, pero la práctica es otra historia. Por eso es bueno ponernos plazos para planificar el seguimiento de estos planes, ver cómo se está adaptando el equipo a ellos y ver si son realmente eficaces o hay que hacer modificaciones sobre la marcha.
En resumen, preparar a nuestro equipo para crecer dentro de nuestra empresa nos ayuda a mantener alta la motivación de la plantilla, a generar confianza entre la empresa y el trabajador y mejorar el sentimiento de pertenencia, la experiencia como empleado y el clima laboral. Además, estaremos preparados ante cualquier posible reestructuración que tengamos que hacer. Con un equipo motivado e implicado con la empresa, todo funciona mejor y se obtienen mejores resultados.
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