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Cómo detectar y solucionar un problema interno en la empresa

Cómo detectar y solucionar un problema interno en la empresa

¿Qué problemas internos en la gestión de personas puedo encontrar en la empresa?

Cuando hablamos de un problema interno en la empresa, no tenemos porqué referirnos a grandes problemas, pueden ser pequeños y difíciles de detectar. Existen diferentes aspectos  que pueden desembocar en problemas internos en la empresa, como, por ejemplo:

Organigrama de la empresa

Toda empresa debe de tener una estructura interna clara que se refleje en un organigrama. Es importante porque, de esta manera, nos aseguramos de que todo el mundo sepa cuál es la división interna en áreas o departamentos, qué puesto ocupa y cuáles son sus funciones, además de saber quién es su superior, en caso de que lo tenga. Por otra parte, evitamos la desorganización del equipo y la duplicidad de funciones. También puede darse el caso de tener un organigrama mal estructurado, por lo que no es mala idea replantearse la situación actual de la empresa y las expectativas de futuro para reorganizarla en función de las necesidades que surjan a partir de esta reflexión.

Política salarial injusta

Otra de las situaciones que puede crear un conflicto interno es tener una política salarial poco clara o injusta. Especificar los niveles salariales, los sueldos fijos según cargo, las variables bien definidas con ejemplos (si fuera necesario) y los méritos u opciones de promoción interna son algunas de las características que debe tener una buena estrategia salarial. Contar con un documento en el que queden reflejados estos datos por escrito ayudará a que no haya desconfianza por parte del trabajador hacia la empresa, un mal ambiente de trabajo por la falta de justificación de algún posible ascenso o un sentimiento de infravaloración en los empleados.

Evaluación de desempeño

Este es un concepto que ha ido variando a lo largo de los años. En un primer momento, se utilizaba para medir si un trabajador cumplía con las expectativas y objetivos de la empresa, pero hoy en día lo utilizamos para más fines. También se utiliza para medir otros aspectos como las habilidades, las aptitudes o las relaciones con los compañeros, por lo que una buena evaluación de desempeño desde diferentes puntos de vista de un mismo trabajador puede ayudarnos a detectar un problema a tiempo. Por ejemplo, es posible que después de una evaluación de desempeño nos demos cuenta de que un trabajador encaja mejor en otro departamento o puesto por sus aptitudes.

Aumento de la productividad

En este caso, es posible que una baja productividad esté ligada a una falta de motivación. Sin embargo, esta falta de motivación puede tener diferentes orígenes dependiendo de la situación concreta de cada empleado. Un ejemplo podría ser una falta de motivación provocada por una sensación de imposibilidad de promoción o desarrollo profesional. Si este fuera el caso, se podría solucionar si le diéramos la información necesaria al trabajador sobre cómo ascender o cómo poder continuar formándose o especializándose en su campo. Sin embargo, para detectar este tipo de problemas, la mejor opción sería un análisis de situación para poder hacer entrevistas a todos los empleados y que puedan hacerle saber a la empresa cómo se sienten y qué echan en falta.

Mejorar la comunicación en la empresa

Una mala comunicación dentro de la empresa puede tener diferentes consecuencias en función del origen, pero todas ellas se pueden solventar una vez detectadas. Entre los diferentes motivos que pueden provocar esta situación, encontramos algunos más peliagudos como la falta de transparencia, que no exista un objetivo común entre los trabajadores o que no esté bien definido el alcance de ciertos asuntos dentro de las áreas o departamentos. Para cada problema hay una solución, pero la clave está en encontrarlos a tiempo para que no se hagan más grandes, al igual que una bola de nieve que se hace más grande cuanto más avanza. Además, una buena comunicación ascendente y descendente facilita mucho el trabajo del día a día de toda la empresa en muchos aspectos, como, por ejemplo, en la toma de decisiones.

Flexibilidad horaria y teletrabajo

Este apartado es algo controvertido, aunque con la pandemia por Covid‑19 todo ha cambiado. No debemos confundir la flexibilidad horaria y el teletrabajo con libertinaje, pues son una herramienta más de cara a conseguir un modelo de empresa autogestionado y una mayor autonomía de los empleados. Esta modalidad necesita una confianza entre empresa y trabajador para que funcione, aunque se utilicen métodos o software de control horario. Decidir cuándo y cómo queremos trabajar al principio es una sensación extraña, pero luego, nos damos cuenta de que es la mejor forma de compatibilizar nuestra vida personal y laboral. Sin embargo, como hemos dicho, esto no significa libertinaje, sino amoldar las dos facetas de nuestra vida (laboral y personal) para que se complementen y una no pise a la otra. Por este motivo, hay que llegar a un punto en el que la empresa confíe en el buen criterio y autonomía del trabajador y en el que el trabajador no sienta que, desde casa, pierde el control de los horarios ni que está aislado.

¿Por qué hay que tomar medidas ante un problema interno?

Como ya hemos visto, los diferentes tipos de situaciones complicadas que nos podemos encontrar en la empresa no tienen por qué ser grandes conflictos, pueden ser pequeños detalles a los que no prestamos demasiada atención. Sin embargo, su mayor inconveniente es que no salen a la luz hasta que estallan y es ahí cuando ya no tienen solución. Además de conocer cuáles pueden ser los posibles problemas internos de nuestra empresa, es muy importante saber cuál es su origen porque es la clave tanto para solucionarlo como para asegurarnos de que no se repita en un futuro.

En muchas ocasiones, es más fácil detectarlos desde fuera mediante un análisis de situación interna ya que se obtiene una mirada más objetiva y gracias a entrevistas globales se consigue una visión general del estado actual de la empresa desde todos los puntos de vista posibles.

Detectándolos y tomando medidas al respecto conseguimos una serie de beneficios como:

Atajar futuras situaciones mucho más complejas

Establecer las bases de una estrategia de recursos humanos

Crear y fomentar un ambiente laboral mejor

Ser más justo con los empleados

Aumentar la productividad gracias a la motivación que generan las mejoras

¿Cómo podemos solucionar problemas internos?

El cómo es la parte más sencilla: analizando el problema y estableciendo medidas para solucionarlo dependiendo de cuál sea el origen. Tal y como hemos mencionado antes, una visión desde una posición externa ofrece un punto de vista mucho más objetivo y si sumamos eso a entrevistas con todos los trabajadores, conseguiremos hacer una foto de la situación actual de la empresa y detectar el origen de los problemas para atajarlos de raíz.

Una buena forma de conseguir ese punto de vista objetivo es hacer un análisis de situación que consiste en varios pasos. Los más importantes son el análisis de los valores presentes de la empresa y saber cuáles nos gustaría que fuesen los futuros, informar a los trabajadores del proceso que se va a llevar a cabo para fomentar su implicación y participación, conocer la opinión de los todos los empleados sobre diferentes aspectos relativos a la empresa, obtener los resultados y ver qué medidas se pueden implementar a los problemas que hemos encontrado.

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