Cómo establecer objetivos claros y alcanzables para mejorar en la gestión de personas
La gestión de personas es una de las áreas más importantes en cualquier organización, ya que de ella depende el desempeño y la satisfacción de las personas. Para mejorar en esta área, es fundamental establecer objetivos claros y alcanzables. En este artículo te explicamos cómo hacerlo.
Índice
Identifica tus necesidades
Antes de establecer objetivos claros y alcanzables en la gestión de personas, es importante que identifiques tus necesidades. ¿Qué es lo que quieres mejorar en la gestión de personas? ¿Qué áreas necesitan más atención? Algunas de las áreas en las que se puede mejorar son, por ejemplo, la comunicación, la motivación, el liderazgo, la formación y el desarrollo.
Establece objetivos específicos
Una vez que tienes claro cuáles son tus necesidades, es importante que establezcas objetivos específicos que te permitan mejorar en esas áreas. Estos objetivos deben ser claros, medibles y alcanzables. Por ejemplo, si tu necesidad es mejorar la comunicación en tu equipo, un objetivo específico podría ser:
- Aumentar el número de reuniones individuales con cada miembro del equipo en un 50 % en los próximos 3 meses.
Define un plan de acción
Una vez que tienes tus objetivos específicos, es importante que definas un plan de acción para alcanzarlos. Este plan debe incluir las acciones concretas que vas a llevar a cabo para alcanzar cada uno de tus objetivos. Por ejemplo, si tu objetivo es aumentar el número de reuniones individuales en un 50 % en los próximos 3 meses, algunas acciones concretas podrían ser:
- Establecer una agenda clara para cada reunión.
- Establecer una frecuencia regular para las reuniones.
- Proporcionar herramientas para que cada miembro del equipo pueda hacer seguimiento de sus objetivos individuales.
Evalúa tus resultados
Una vez que has establecido tus objetivos específicos y tu plan de acción, es importante que evalúes tus resultados. Esto te permitirá saber si estás avanzando en la dirección correcta y si necesitas hacer ajustes en tu plan de acción. Para evaluar tus resultados, es importante que tengas en cuenta los indicadores clave de rendimiento (KPI) de cada uno de tus objetivos específicos. Por ejemplo, si tu objetivo es aumentar el número de reuniones individuales en un 50 % en los próximos 3 meses, algunos KPI podrían ser:
- Número de reuniones individuales realizadas.
- Tiempo promedio dedicado a cada reunión individual.
- Nivel de satisfacción del equipo con la comunicación.
4 claves para empezar o mejorar en la gestión de personas
Confiar en nuestro equipo
Confiar de verdad en nuestro equipo requiere tiempo, no es algo que pase de la noche a la mañana. Es un proceso que lleva su tiempo, donde debemos aprender a confiar en las personas y a saber si ellas también están preparadas para confiar en nosotros. Es algo mutuo.
Como en todo, hay muchas formas de hacer las cosas. Una forma de empezar a confiar en nuestro equipo es ir delegando tareas para ver cómo van las cosas. De esa manera, podremos no solo conocerlos un poco mejor sino ver quiénes están preparados para tener una mayor autonomía en su trabajo y quiénes no.
Aprender a delegar
Recuperando la idea de delegar tareas, es importante aprender a hacerlo. No es algo sencillo si estamos acostumbrados a controlarlo todo o a tener varias funciones a la vez. En ese caso, nos habremos acostumbrado a hacer las cosas de una manera determinada y delegar en otra persona y no estar encima de ella para controlar o supervisar cómo lo hace puede ser complicado.
Sin embargo, debemos saber que, si le hemos encargado una tarea a una persona, es esa persona la que debe preocuparse de llevarla a cabo. Por supuesto, si nos pide ayuda o consejo, se lo daremos; si no, es ella o él quien debe encargarse de que salga bien. Nosotros solo veremos el resultado.
Por ejemplo, si tenemos un taller mecánico y le encargamos a una persona que lleve el control y mantenimiento de las herramientas, en caso de que haga falta comprar un destornillador, nosotros hemos delegado en una persona esa tarea y no tenemos porqué controlar nada. Sencillamente, esa persona comprará el material necesario, sacará la factura y se la dará a quien corresponda.
Como decíamos en el apartado anterior, es cuestión de empezar a confiar en nuestro equipo. No es sencillo, pero sí necesario si queremos crear un equipo motivado en su trabajo y comprometido con la empresa.
Fomentar una buena comunicación interna
Parte de esa confianza se gana siendo claros y transparentes. Cuanta más transparencia, más confianza. Si sentimos que alguien nos oculta algo o no nos termina de contar toda la historia, nos genera rechazo y desconfianza porque parece que lo haga en beneficio propio y no por el bien común.
Por lo tanto, una forma de fortalecer esa confianza gerencia-equipo es fomentar una comunicación interna global y transparente, donde toda la información se comparta de manera sencilla y a la que podamos acceder fácilmente.
Una forma de hacerlo sería con emails colectivos sobre temas importantes, como, por ejemplo, los resultados del trimestre. Incluso podríamos tener reuniones cada cierto tiempo donde se explique cómo va la empresa, se comenten aspectos económicos, situaciones complicadas que se han ido dando y cómo se han resuelto, cómo dar un buen feedback a los compañeros, etcétera.
El propósito de esta comunicación es que cualquiera pueda preguntar las dudas que tenga y que nuestro equipo conozca la globalidad de la empresa para poder desarrollar mucho mejor su trabajo diario.
La autogestión del equipo
La autogestión en el trabajo es la forma en la que nuestra empresa será más eficaz y resolutiva. Nos permite una mayor rapidez a la hora de resolver problemas y de adaptarse a los cambios, mayor productividad y una coordinación mejor entre departamentos.
Cada persona tiene unas responsabilidades y una capacidad de toma de decisiones sobre ellas, por lo que no tiene que esperar a hablar con su supervisor o supervisores para que le den el visto bueno y actuar. Será esa persona la que actúe en el momento, por lo que esa rapidez nos permitirá ser más dinámicos a la hora de resolver problemas.
Además, gracias a la autogestión, las personas son capaces de desarrollar todo su potencial y de dar lo mejor de sí mismas, lo que nos beneficiará en calidad y efectividad.
Como hemos visto, las ventajas de cambiar el concepto de recursos humanos por el de gestión de personas son varias, tanto para la empresa y el equipo como para el líder. No debemos dejarnos cegar por la forma tradicional de trabajo, el mundo evoluciona al igual que las organizaciones y debemos adaptarnos a estos cambios o no conseguiremos que nuestra empresa tenga éxito. Ese cambio pasa por la gestión de personas, dejando atrás la creencia de que son un recurso más. Son las personas las que hacen grande la organización con su trabajo; si nos preocupamos por ellas, lo harán mucho mejor y gracias al sentimiento de pertenencia a la empresa que se crea, podremos seguir contando con ellas mucho tiempo.
En resumen, establecer objetivos claros y alcanzables en la gestión de personas es fundamental para mejorar el desempeño y la satisfacción de las personas. Para hacerlo, es importante que identifiques tus necesidades, establezcas objetivos específicos, definas un plan de acción y evalúes tus resultados. Recuerda que tus objetivos deben ser claros, medibles y alcanzables.
Ponte en contacto con nosotros si quieres más información
Echa un vistazo a este vídeo recomendado