X

Cuántos tipos de organigrama para la empresa existen

organigrama

Cuántos tipos de organigrama para la empresa existen

Una vez hayamos completado los pasos del apartado «¿Cómo hacer un organigrama para la empresa?» del artículo anterior, vamos a ver seis tipos de clasificación de los organigramas que nos ayudarán a adaptarlo aún mejor a nuestra organización.

Según la naturaleza del organigrama

Esta es una característica de los organigramas que se refiere al número de organizaciones que involucra, independientemente de su representación gráfica. Así pues, encontramos los organigramas:

  • Microadministrativo: describen a una sola empresa.
  • Macroadministrativo: representan a más de una empresa.
  • Mesoadministrativo: muestran a una o más empresas de un mismo sector y suele utilizarse en el sector público.

Según la finalidad del organigrama

Por otro lado, tenemos el objetivo con el que se crea un organigrama, para qué queremos hacerlo. En este caso, contamos con estos tipos:

  • Informativo: este organigrama tendrá el objetivo de estar a disposición de todo el mundo. Por ese motivo, deben aparecer todas las partes de la empresa, las relaciones existentes entre ellas e indicar los niveles establecidos, si los hubiera.
  • Analítico: como su propio nombre indica, la finalidad es el análisis del comportamiento de la empresa y nos permite tener una visión global de esta. En este caso, está dirigido a un grupo de personas concreto, como, por ejemplo, los especialistas de cierta área o departamento.
  • Formal: este tipo es muy sencillo, su objetivo es ser un documento oficial de la empresa por lo que deberá ser aprobado por toda la empresa por escrito.
  • Informal: el organigrama informal es el que tenemos en la fase previa a la aprobación del organigrama formal; digamos, un borrador.

Según el ámbito de la empresa que queramos reflejar en el organigrama

¿Qué parte de la empresa queremos que se vea reflejada en el organigrama? Esta es la pregunta a la que responden las siguientes características de un organigrama.

  • General: tendremos un organigrama general cuando represente grosso modo la empresa. De hecho, no se detendrá en pequeños puestos, sino que representará los departamentos u oficinas como último nivel. Tampoco veremos los puestos o cargos que hay dentro de cada departamento ni las personas que lo componen.
  • Específico: cuando queremos obtener un organigrama específico, cogemos una parte del organigrama general y la desarrollamos. Por lo tanto, es una ampliación del general en la que ya incluimos más detalles acerca de los departamentos u oficinas.

Según el contenido del organigrama

En este caso, diferenciamos los organigramas por la información que nos ofrecen. Así pues, encontramos los organigramas:

  • Integral: podríamos decir que es un equivalente del organigrama general, sin embargo, en este tipo sí que se representan todas las unidades administrativas de la empresa y las relaciones que mantienen entre ellas.
  • Funcional: tal y como podemos intuir de su nombre, el organigrama funcional refleja todas las partes de la empresa y sus interrelaciones, además de las funciones o roles que tienen asignados. Este tipo de representación es muy útil para mostrar la organización general y el funcionamiento de la empresa.
  • De puestos y plazas: la información que encontraremos en este organigrama es la que tiene que ver con los puestos existentes, el número de plazas existentes y las necesarias para cada equipo o área, además de que se incluyen los nombres de las personas que trabajan en cada bloque. De esta manera podemos ver si tenemos las plazas necesarias cubiertas o si tenemos más o menos de las que precisamos.

Según la disposición visual del organigrama

En esta categoría, encontraremos los organigramas clasificados por cómo los vemos sobre el papel; por lo tanto, contamos con:

  • Vertical: este organigrama tiene forma de pirámide en la que los cargos más altos ocupan la parte alta y los más bajos, la parte inferior porque son los que tienen menos autonomía en la toma de decisiones.
  • Horizontal: es igual al anterior, solo que la cadena de mando aparece representada en horizontal en lugar de vertical, de tal modo que el titular queda a derecha o izquierda y hacia el lado contrario en el que se encuentra, descendemos en la escala.
  • En bloque: este es una forma de organigrama vertical que aglutina muchos más subniveles. Condensa la información en bloques, de ahí su nombre, y permite que aparezcan los niveles jerárquicos más bajos.
  • Circulares: en los organigramas circulares contamos con una estructura de círculos concéntricos para dividir el nivel de mando dentro de la organización. En el centro aparece el titular o gerente y, a medida que nos alejamos del centro, vamos encontrando los mandos intermedios con sus áreas de control. Además, las líneas que unen los departamentos o áreas indican las relaciones jerárquicas entre ellos.

Según la organización de la empresa

  • Jerárquico: este organigrama suele ser vertical y empieza desde el titular de la empresa hacia abajo. Muestra la jerarquía, es decir, quién tiene el control de la empresa poniendo en el puesto más alto al titular y va bajando según la cadena de mando. Es el que podríamos definir como tradicional.
  • Matricial: este tipo de organigrama es muy interesante. Mezcla dos tipos de organigrama: el vertical y el funcional. De esta manera, podemos ver la cadena de mando de arriba abajo y en horizontal se plantea otra estructura: la organización por proyecto. De esta manera, en el organigrama vertical creamos otra columna en la que aparece un nuevo cargo: el coordinador de proyectos. A su vez, este coordinador tiene varios jefes de proyecto que forman un equipo con personas de otros departamentos. Estas personas deberán interactuar tanto con este jefe de proyecto como con su jefe de departamento.

En este apartado podríamos añadir el organigrama plano, pero vamos a hablar de él con algo más de detalle.

Otro punto de vista: el organigrama plano

Como acabamos de ver, existen diferentes formas de crear el organigrama de nuestra empresa; de hecho, deberemos mezclar algunos de ellos para conseguir que nuestro organigrama sea útil y fácil de entender. Por ejemplo, podemos elegir el organigrama circular, pero debemos tener en cuenta si queremos que sea de ámbito general o específico o si su finalidad es informativa o analítica, entre otras características. Una vez tengamos claro todos estos aspectos (naturaleza, finalidad, ámbito y contenido) podemos pasar a su forma. De las formas que hemos visto, nosotros proponemos esta: el organigrama plano.

Este tipo de organigrama destaca porque no existen cargos intermedios, sino que simplemente parte de la gerencia hacia los equipos que forman la empresa, por lo que solo encontramos dos roles: directivos y empleados. De esta manera, se fomenta la autogestión y la autonomía de todos los trabajadores al no tener que pasar por varias cadenas de mando o superiores para tomar una decisión; ellos tienen la responsabilidad final y nadie está por encima de nadie, lo que fomenta un buen ambiente laboral.

Ponte en contacto con nosotros si quieres más información

info@avanselseleccion.es: