El síndrome de Cronos en la empresa: ¿qué es?

El síndrome de Cronos hace referencia a cuando un mando o jefe tiene una mentalidad autoritaria y se aferra al poder y el control sobre las demás personas a su cargo. Los motivos pueden ser varios, pero veamos cómo afecta este síndrome a las organizaciones.

¿Cómo afecta el síndrome de Cronos a una empresa?

Clima laboral

El síndrome de Cronos afecta, en primer lugar y negativamente, al clima laboral. Cuando una persona que tiene a otras a su cargo se comporta de modo autoritario, sin ceder ningún tipo de responsabilidad y pretende controlar todos los movimientos de los demás, crea un clima de inseguridad, de desconfianza. De esta manera, las personas que le rodean sentirán que es alguien que puede castigarles si cometen un error e incluso despedirles. Este estrés constante no favorece un buen ambiente laboral ni permite que las personas puedan dar lo mejor de sí mismas.

Esta situación puede deberse a muchos factores, como la desconfianza de ese mando hacia su equipo o la necesidad de control que tienen algunas personas para evitar que se produzcan errores.

Menos tiempo para labores más importantes

En estos casos, lo mejor sería trabajar esa desconfianza y esa necesidad de control no solo por el equipo de personas a nuestro cargo, si no por nosotros mismos. Un buen líder no debería desconfiar de su equipo, sino apoyarse en él. De esa forma, se descargaría de la «obligación» de controlar constantemente a los demás y podría dedicarse a otras tareas o funciones que fueran más útiles y gratificantes desde el punto de vista profesional.

Por ejemplo, un responsable de contabilidad que está pendiente de que cada uno de sus contables contabilice bien las facturas no tiene tiempo que dedicarles a tareas como cierres anuales o análisis de costes, que son tareas mucho más gratificantes que estar encima del trabajo de otro.

Impacto negativo en la cultura de empresa

Si esta situación se repite con varias personas o se prolonga en el tiempo, afecta a la cultura de empresa. Se entenderá que la metodología de trabajo incluye estrés, desconfianza, control y supervisión constantes por parte de los mandos. Esto se puede ir contagiando entre las personas que tienen equipos a cargo, pues si vemos que un superior lo hace de una forma determinada, se tienda a copiar dicha metodología.

Al final de esta cadena, tendremos una empresa con empleados inseguros, intranquilos, que trabajan con estrés y que no dan su mejor versión porque se sienten intimidados por si los castigan si cometen un error.

Cómo salir del síndrome de Cronos

La mejor forma de prevenir esta situación en nuestra empresa es formar a nuestros líderes, darles herramientas para trabajar la confianza con sus equipos. La mejor manera puede ser la comunicación: un método de comunicación claro, directo y transparente genera confianza tanto de los líderes hacia sus equipos como al revés. La colaboración también es otro de los métodos que ayuda a generar confianza. Trabajar codo con codo con otras personas nos permite conocerlos tanto a nivel profesional como personal y saber cómo hace las cosas la otra persona nos ayuda a confiar en su criterio y en su método.

Lo importante en toda empresa es tener presente el factor humano. Trabajamos con personas y cuanto más cercano y claro sea el trato, mejor podremos resolver los obstáculos del día a día. Además, nosotros debemos decidir qué tipo de líder queremos ser y podemos optar por el control y la supervisión o por una gestión de personas más humana, más gratificante y más efectiva. Las personas son lo que nos hace grande como organización, creemos equipos motivados en su trabajo e implicados con ella.