Qué es el mentoring y sus beneficios para la empresa
Índice
Qué es el mentoring en la gestión de personas
El mentoring es un proceso de aprendizaje a través del cual una persona aprende gracias a otra que tiene más conocimientos sobre un campo concreto. En este caso, nos vamos a centrar en la gestión de personas en la empresa, para que se entienda mejor el concepto.
El mentoring nos ayuda a tener una segunda opinión y un apoyo ante situaciones que son difíciles de gestionar o, simplemente, en la gestión de personas de nuestra propia empresa.
Es importante destacar que este proceso solo nos servirá y nos ayudará si nos implicamos. No es un proceso en el que habla solo el experto, sino que debe haber una conversación para que dé sus frutos y resulte útil y enriquecedor.
Este proceso no es algo a corto plazo. Es, además, un proceso de transformación no solo profesional, sino también personal. A fin de cuentas, nuestro liderazgo está ligado a las personas con las que trabajamos, por lo que debemos acercarnos y preocuparnos por ellas.
Etapas del proceso de mentoring
Cada proceso tendrá sus etapas, nunca dos empresas son iguales por lo que sus necesidades tampoco lo serán. Por eso, cada una necesitará una programación u otra dependiendo de sus características y necesidades.
Sin embargo, podemos distinguir tres etapas generales:
Escucha activa
La primera etapa siempre es de escucha activa de la persona que está formándose. La persona que conduce el mentoring, es decir, el mentor, debe escuchar y entender la empresa y a la persona que tiene delante para poder detectar los puntos fuertes y débiles y saber qué soluciones pueden adaptarse más a sus necesidades.
Además, de esta forma, podrá detectar posibles problemas internos que la persona encargada de la gestión de personas no ha detectado. Esto es algo muy normal y no debe preocuparnos; un punto de vista externo es capaz de ser más analítico y objetivo.
Preguntas
Una vez el mentor ha escuchado y ha analizado la situación de la persona que está haciendo el mentoring, llega la fase de preguntas. En esta fase, las preguntas sirven para aclarar puntos que pueden ser necesarios para obtener las conclusiones finales o para saber qué propuestas son las más adecuadas.
También sirven para comprender mejor tanto a la persona como a la empresa, para conocerla y ver si hay algún problema o situación complicada de resolver en la que pueda ayudar.
Conclusiones y propuestas
Cuando ya está todo claro, se conoce a la persona que tenemos delante, sabemos a qué situaciones debe enfrentarse, cuáles son los problemas que tiene y cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles, es el momento de sacar conclusiones.
En esta fase, desde el punto de vista del mentor, las conclusiones se deben comunicar de una forma clara, sin tapujos. Deben quedar claras las conclusiones a las que se ha llegado y que no dé lugar a ambigüedades.
Desde el punto de vista de la persona que está haciendo el mentoring, hay que entender que el mentor está ayudándonos. No está ahí para hundirnos, sino todo lo contrario. Sus conclusiones son las de un experto en el tema y hay que tomarlas como una crítica constructiva y como el punto de partida de un recorrido que nos hará mejorar, en este caso, en la gestión de personas.
Nunca podemos dudar de que nuestro mentor busca ayudarnos. Tenemos que depositar en el experto nuestra confianza porque, si no confiamos en esa persona, todo el trabajo habrá sido en vano. Esa persona nos ha escuchado, ahora nos toca a nosotros escucharla activamente.
Beneficios del mentoring
Un proceso de mentoring nos ayudará a atajar situaciones complicadas de resolver antes de tiempo y cortarlas de raíz para que no vayan a peor. Como ya hemos dicho, un punto de vista externo puede ser más objetivo y ver más allá que uno interno.
Además, podremos asentar las bases de una buena estrategia de recursos humanos porque la gestión de personas es el primer paso de esta estrategia. Poner el foco de atención en las personas será lo que nos ayude a crecer como profesionales y como empresa.
Mejoraremos el clima laboral y aumentaremos la motivación de las personas que forman el equipo porque nos estaremos preocupando por ellos. Eso es la gestión de personas, preocuparnos por las personas que tenemos alrededor y siempre tiene efectos positivos en nuestro equipo. Un equipo que siente que se preocupan por él da el 200 % sin darse cuenta.
Podríamos decir que el aumento de la motivación, la mejora del clima laboral, el aumento de productividad y la creación de una estrategia de recursos humanos se resume en ser más justos con nuestro equipo.
Por lo tanto, el mentoring es un proceso de aprendizaje a medio-largo plazo que nos hace mejorar en la gestión de personas y profesional y personalmente. Gracias al apoyo de un experto, que será nuestro mentor, aprenderemos a ser más justos con nuestro equipo y a afrontar situaciones difíciles y problemas que, a priori, pueden parecer algo imposible de controlar.
Mentoring para definir la cultura de empresa
¿Qué pasa si no defino mi cultura de empresa?
Mientras no tengamos una cultura de empresa definida, dejaremos la imagen de la empresa al aire. ¿Qué significa eso? Significa que estaremos vendidos, que no dependeremos de nosotros mismos como empresa, que nos definirán otros en lugar de dar nosotros nuestra versión.
Por ejemplo, si una persona le dice a otra que nuestra empresa es de mentalidad cerrada y nosotros no nos posicionamos como una empresa actual y que se adapta a los nuevos tiempos, la gente no podrá comprobar si lo que les dicen es cierto o no.
Ahora, podríamos pensar: «¿Y esto por qué es importante para mí como líder de mi empresa?». Muy sencillo: la imagen que tengamos como empresa nos condicionará a la hora de incorporar nuevos perfiles y conseguir nuevos clientes. Si la imagen es buena, podremos optar a perfiles muy buenos y conseguir clientes más interesantes, en caso contrario no.
Si nuestros clientes o candidatos no nos llegan a conocer del todo y si tienen que elegir entre una empresa que no conoce ni se da a conocer y otra que comunica su cultura de empresa y que sus acciones refuerzan esa cultura, la elección es clara. A todo el mundo le atrae más lo que es claro y transparente que lo opaco y difícil de entender.
¿Cómo defino la cultura de mi empresa?
En este aspecto, lo mejor es contactar con alguien que ya lo haya hecho antes y que sepa del tema. Por eso, las sesiones de mentoring con un experto son la mejor opción para este tipo de temas tan delicados.
En estas sesiones de mentoring, se analizará cómo y qué valores percibe el equipo de la empresa y se compararán con aquellos a los que queremos llegar. Para esto, lo mejor es un análisis para tener una imagen global de lo que piensa todo el equipo. Al fin y al cabo, son los que mejor conocen la empresa porque trabajan en ella y forman parte de ella y también deben estar involucrados en este proceso.
Así pues, el primer paso es saber qué percibe nuestro equipo como cultura de empresa, que va desde valores como la transparencia o la empatía hasta las costumbres más sencillas como el café de las 11:30 h.
Después, debemos recoger toda esa información y analizarla, para saber en qué estamos fallando y en qué estamos yendo por el buen camino. Por último, toca definir qué queremos cambiar y en qué dirección ir para poder tomar las medidas oportunas.
Si todo este proceso lo hacemos con sesiones de mentoring nos aseguramos de darle la objetividad que necesita y de estar apoyándonos en un experto en el tema. La opinión y la experiencia de los expertos en cualquier proceso es fundamental para que el resultado sea el mejor posible.
¿Qué beneficios obtengo al definir mi cultura de empresa?
Los beneficios de definir la cultura de empresa son, entre otros:
1. Definirnos a nosotros mismos
Seremos nosotros quienes nos definiremos como organización, no terceras personas. Tendremos la capacidad de controlar nuestra imagen y de que nos vean como una empresa fuerte, atractiva, que se abre a que la conozcan y podremos mostrar nuestros verdaderos valores como organización.
2. Poner el foco en la gestión de personas
Este análisis nos permite redirigir nuestra estrategia de recursos humanos hacia la gestión de personas. Es decir, enfocar nuestra cultura de empresa al bienestar laboral y a que nuestro equipo se sienta cada vez más parte esencial de la empresa.
3. Ser más atractivos para nuevos clientes
Gracias a esa capacidad de autodefinirnos, podremos proyectar un employer branding que atraiga a perfiles llamativos y a nuevos clientes interesantes. Una empresa que se muestra tal como es siempre será mucho más atractiva de cara a sus clientes y empleados.
Los beneficios del mentoring para definir la cultura de empresa son, en resumidas cuentas, ser dueños de nuestra propia imagen, de los valores que trasmitimos y del ambiente que haya en nuestra empresa. Una cultura de empresa basada en la gestión de personas nos ayudará tanto interna como externamente, sobre todo, de cara a buenos candidatos en una selección de personal y de cara al cierre con clientes potenciales más interesantes. Nuestra cultura es nuestra marca, comunícala para que te conozcan.
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